Ya sea que tengas una empresa o seas gerente de una, seguramente tus días son muy intensos y dedicas la mayor parte de tu tiempo a solucionar problemas y temas relacionados con la operación diaria de tu negocio. Sin embargo, al final del día es bueno reflexionar si a pesar de invertir tanto tiempo y esfuerzo, las cosas están saliendo de acuerdo a los planes, o si estamos frente a una crisis.
El primer paso para solucionar un problema es reconocerlo, y una crisis es un gran problema que entre más pronto identifiques y reconozcas, más oportunidades de solucionarla tendrás.
A continuación hay 5 “síntomas" de que una empresa está en crisis. Si te identificas con alguna es momento de “afilar el hacha” y tomar acción!
1. Falta de Liquidez. Es el principio del fin de una empresa. Aunque contablemente tu empresa parezca sana, si no tienes dinero en las cuentas para pagar a tus acreedores y empleados o para seguir invirtiendo, tendrás que adquirir préstamos o caerás en deudas. Las causas más comunes de la falta de liquidez son las cuentas por cobrar aunado a los gastos excesivos.
Algunas veces la falta de liquidez puede deberse a factores externos como es el comportamiento de los mercados y los macro-indicadores, pero una empresa sana tiene la capacidad de anticiparse a éstos y reducir el impacto en sus finanzas.
2. Incremento de gastos. Obviamente si las salidas son mayores que las entradas, la empresa tendrá problemas financieros en el corto plazo. El problema con los gastos no es que aumenten, si no que no se tenga conocimiento ni control de ellos. Un gasto debe estar relacionado directa o indirectamente a una venta, si no es así, es un desperdicio y se debe cortar lo antes posible. Los llamados gastos “hormiga” suelen resultar devastadores por lo que identificarlos debe ser una prioridad para los dueños de cada área. Además, es recomendable contar con un presupuesto previamente diseñado con base a la utilidad que se quiere obtener y cortar cualquier gasto que signifique desviaciones de ese presupuesto.
3. Aumento de reclamaciones y quejas por los clientes. Si bien las quejas son una excelente oportunidad para enmendar errores y desarrollar la lealtad de los clientes hacia la empresa, un aumento, ya sea repentino o constante de estas es un foco rojo que puede indicar que la empresa está ante una crisis. Para empezar, se debe contar con un sistema de monitoreo de quejas, es decir tener un indicador que mida si las quejas aumentan o disminuyen. Si las quejas van en aumento se debe hacer un análisis para encontrar la causa raíz del problema, no solamente solucionarlo en primero instancia, sino erradicarlo. Recuerda: un cliente satisfecho es también un vendedor de nuestra empresa.
4. Conflictos Laborales
La “salud” de una empresa también está determinada en gran parte por el clima laboral. Si los conflictos son constantes es probable que el servicio o la calidad de los productos también lo resientan. Un buen ambiente y empleados satisfechos contribuyen a la productividad de la empresa y por consiguiente a su rentabilidad.
5. Deterior de las instalaciones y falta de limpieza y orden.Una empresa realmente sana lo es por todos lados. Las instalaciones son un reflejo de su cultura y de la proyección que tiene a futuro, por lo que si sus instalaciones se encuentran sucias y desordenadas es muy probable que no existan planes a mediano plazo y la crisis esté muy cerca.
Algunos otros síntomas son: Malas relaciones con los distribuidores, continuas fallas de la maquinaria y equipo, fallas constantes en el inventario, alta rotación del personal, entre muchas otras.
La “salud” de una empresa se construye día a día y se construye con todos los que forman parte de ella. Si existe algún síntoma de crisis, se debe accionar lo antes posible, para evitar re-accionar más tarde con soluciones menos efectivas.
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